La accesibilidad en gastronomía necesita más escuela
- 02, Febrero 2023
Oímos hablar de accesibilidad en gastronomía y desarrollos de restauración solo por haber hecho algunos cambios sin pensarlo mucho.
También hay intentos de gastronomía accesible aplicada al turismo, de proyectos menos tradicionales como ferias de comida, festivales o mercados de productos regionales, por mencionar algunos, y muchos pensarán que están cumpliendo con las normativas y con la visión que tienen de un restaurante o comedor accesible.
Pero se habrán quedado muy cortos si el personal no está formado en materia de accesibilidad universal, y entonces toda inversión y todo esfuerzo se desvanecen como sal en el agua.
¿Cuántas veces no hemos visto que a los clientes que necesitan un trato particular se les pone aparte?, ¿que aquellos con requerimientos de alérgenos terminan con una lechuga y un vaso de agua?, ¿que los que no pueden leer el menú se contentan con lo que quieran traerles?
Esto sucedía en el pasado, cuando no existía una visión social de la accesibilidad como la que tenemos ahora. La accesibilidad en gastronomía significa que todas las personas puedan disfrutar de la experiencia en igualdad de oportunidades.
En esta nueva etapa no hay premios de consolación, por eso tu cliente, que puede tener una discapacidad notoria o no, espera recibir un trato que le permita esta inclusión, y poder experimentarlo con autonomía.
Para lograrlo hace falta analizar toda la experiencia del lugar y ver qué tan accesible tienes tu oferta gastronómica desde el momento en que lo investigan o hacen una reserva, hasta el último minuto en el que pueden trasladarse sin problemas con medios de transporte acordes a todas las personas.
Pero también hay que pensar en quienes no tienen una discapacidad y sin embargo tienen también necesidades de accesibilidad, como podrían serlo las personas mayores que tienen dificultades para leer el menú, o una familia monoparental que no puede dejar a los chicos solos en la mesa, o unos extranjeros que no hablan nuestro idioma y, sin embargo, quieren recibir exactamente lo que ordenaron.
Muchos restauradores y hosteleros consideran que formar al personal e incluir los cambios que necesita el restaurante para ofrecer accesibilidad universal es un gasto que no pueden permitirse, sobre todo en momentos en los que todo está subiendo de precio y ellos quieren mantenerse competitivos.
Sin embargo, esto es un error común de percepción: muchas veces son pequeños cambios, que requieren bajísima inversión, pero que bien incluidos hacen una diferencia enorme en la experiencia.
Más accesibilidad en gastronomía aumenta la facturación
En una verdadera formación para gastronomía accesible descubrirás los recursos, situaciones y actividades que se deben cambiar en tu restaurante, comedor o mercado gastronómico, y los efectos se verán de inmediato en la ocupación y la facturación del local.
Cumplir con las normativas no solo te permitirá recibir todo el impulso de la promoción gubernamental para el turismo en periodos de baja ocupación, como los ayuntamientos y diputaciones, sino que atraerá de inmediato a los consumidores locales y los fidelizará.
En los destinos turísticos, la gastronomía accesible se convierte en la primera alternativa porque la inclusión debe estar garantizada en cada pequeño paso del proceso y los clientes así lo valoran: cómo trasladarse hasta el lugar, cómo ordenar y separar lo que pueden comer de lo que no sin pasar media hora en el intento, cómo pedir y pagar la cuenta, entre tantos otros detalles.
Los comensales quieren sentirse cómodos, seguros y valorados por igual, entonces aprender a hacerlo definitivamente hará la diferencia.
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